Varios equipos de investigadores de toda Europa han estado más de una década tomando muestras en 32 puntos repartidos por el Atlántico, el Ártico y el Mediterráneo. Y han encontrado que la basura generada por el hombre está en todas partes: desde las playas hasta los fondos marinos más profundos y más remotos.
Los océanos se han convertido en gigantescos vertederos. La mala gestión generalizada de los residuos urbanos está contaminando los mares a niveles inimaginables. El grave problema que ello significa ha llevado a la ONU y otros organismos internacionales a lanzar una alerta global. Un estudio del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), ha cuantificado en millones de toneladas la basura que se acumula en los fondos, la columna de agua, la superficie marina y las costas.
Se calcula que cada año 6,4 millones de toneladas de residuos acaban en el mar. Entre el 60% y el 80% son plásticos, con picos de hasta el 95% en algunas zonas, según la asociación ambiental italiana Legambiente. El mayor porcentaje de ellos son bolsas, pero los envases de bebidas, las latas o los filtros de cigarrillos significan casi la mitad del total. Son datos de 2008 y se considera que desde entonces el problema se ha agravado.
En el Estado español, un país turístico con 57 millones de visitantes anuales, el problema causa graves impactos ambientales y económicos. El Mediterráneo es uno de los mares más afectados por el problema y las playas y aguas españolas son un fiel reflejo de ello.