Presencia de microalgas, similares a las de los océanos, en el desierto de Atacama (Chile), el lugar más árido del planeta, ya que es 200 veces más seco que el desierto del Sáhara. Se trata de la primera vez que se detecta la presencia de un organismo fotosintético y eucariota en un ambiente de extrema sequedad, según ha informado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El índice de aridez del desierto de Atacama es del 0,0005. Por ello, los investigadores explican que es posible que vivan en un ambiente prácticamente exento de lluvias debido a las propiedades higroscópicas de estas algas, que hace que retengan humedad en su interior.
El agua que almacenan estas rocas se evapora rápidamente por la intensidad de los rayos de sol y, por la noche, cuando aumenta la humedad relativa, las halitas recuperan el agua que necesitan las microalgas para vivir.
Los datos del estudio sitúan el límite para la vida de las algas en que continuamente se produzca la delicuescencia, es decir, llegar a alcanzar diariamente el 75% de humedad relativa para que las halitas absorban suficiente vapor de agua y la transformen en agua líquida.
El investigador del MNCN Jacek Wierzchos destaca que han descubierto un microhábitat “similar al oceánico en el desierto más seco del planeta” a más de 800 metros sobre el nivel del mar. El Salar Grande está a 800 metros sobre el nivel del mar y a 8 kilómetros de la costa y Yungay, a 964 metros de altura y a 70 kilómetros del litoral.