El Instituto Español de Oceanografía (IEO) junto a la Secretaría General del Mar (SGM), descubren un arrecife de coral de aguas frías en un cañón submarino en el Mar Cantábrico. Por otro lado, y junto a la Universidad de Barcelona, el IEO desarrolla una metodología que permite definir la distancia de seguridad entre las granjas marinas y los ecosistemas sensibles.
El descubrimiento de un arrecife de coral de aguas frías supone un importante descubrimiento científico, porque se desconocía la existencia de estos arrecifes profundos en aguas españolas.
Investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO), embarcados en el buque oceanográfico Vizconde de Eza, de la Secretaría General del Mar (SGM), han descubierto un arrecife de coral de aguas frías en una zona profunda del Cañón de Avilés. El hallazgo, de gran importancia científica, se realizó en el curso de una campaña oceanográfica para el proyecto INDEMARES.
El objetivo principal de este proyecto, coordinado por la Fundación Biodiversidad, es contribuir a la protección y uso sostenible de la biodiversidad en los mares españoles mediante la identificación de espacios de valor para la Red Natura 2000.
Es de destacar que este acontecimiento supone un importante logro para la ciencia dado que, hasta la fecha, se desconocía la existencia de dicho tipo de arrecifes profundos en aguas españolas y existe una gran preocupación a nivel mundial por la protección de estos extraordinarios ecosistemas con elevados índices de biodiversidad.
Durante la campaña se ha cartografiado un área de más de 6.400 km2 y en el transcurso de los estudios se realizaron importantes descubrimientos, como la existencia de un complejo y desconocido sistema de cañones tributarios al eje principal del de Avilés y que vierten finalmente a la llanura abisal del Golfo de Vizcaya en un solo depósito de abanico, situado a 4.800 m de profundidad.
Uno de estos cañones tributarios, de 16,5 km. de longitud y 6,1 km. de anchura máxima, presenta aspectos singulares, tanto en lo que respecta a sus características geológicas y dinámica de corrientes, así como por haber identificado en él y a gran profundidad un destacable y bien estructurado arrecife de corales de aguas frías.
El desarrollo de una metodología que permite determinar la distancia de seguridad entre las granjas marinas y los ecosistemas sensibles.
Los vertidos de instalaciones acuícolas con una producción anual de 6.000 toneladas pueden alcanzar praderas de fanerógamas marinas ubicadas a más de dos kilómetros.
Científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y la Universidad de Barcelona, han desarrollado una metodología para detectar la influencia de los vertidos de las granjas marinas de aguas abiertas sobre los ecosistemas marinos. Gracias a esta metodología, basada en el análisis de la señal isotópica del nitrógeno en el tejido de vegetales marinos, es posible seleccionar las zonas aptas para la acuicultura bajo criterios ecológicos estableciendo distancias de seguridad entre la granja y el ecosistema sensible a esta actividad.
El trabajo consiste en analizar las proporciones de los diferentes isótopos de nitrógeno en los tejidos de organismos vegetales marinos (algas y angiospermas marinas) y compararlo con las proporciones de estos mismos isótopos en los vertidos cuyo impacto se quiere evaluar. De esta manera es posible determinar qué proporción del nitrógenodel ecosistema proviene del vertido de las instalaciones acuícolas y establecer así, bajo criterios ecológicos, una distancia de seguridad que proteja los ecosistemas vulnerables de los posibles impactos.
Parte de esta metodología, publicada recientemente en la prestigiosa revista Marine Environmental Research, y en la que han colaborado también investigadores de la Universidad de Alicante, se ha aplicado en el estudio de la influencia que tiene un complejo de granjas de unas 6.000 toneladas de producción anual, situado en San Pedro del Pinatar (Murcia), sobre las praderas de Posidonia oceanica de su entorno y se ha podido determinar que los vertidos de estas instalaciones afectan a los organismos situados a dos kilómetros de distancia.
El Instituto Español de Oceanografía (IEO) es un organismo público de investigación (OPI), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, dedicado a la investigación en ciencias del mar, especialmente en lo relacionado con el conocimiento científico de los océanos, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio ambiente marino. El IEO representa a España en la mayoría de los foros científicos y tecnológicos internacionales relacionados con el mar y sus recursos. Cuenta con nueve centros oceanográficos costeros, cinco plantas de experimentación de cultivos marinos, doce estaciones mareográficas, una estación receptora de imágenes de satélites y una flota compuesta por seis buques oceanográficos, entre los que destaca el Cornide de Saavedra, de 1.100 toneladas de desplazamiento y 68 m de eslora.