Elefantes marinos con sensores en la cabeza que nadan bajo el hielo antártico han ayudado a los científicos a entender mejor cómo el océano más frío, donde se forman las aguas más profundas, proporciona pistas vitales para entender su papel en el cambio climático en el mundo.
Los animales seleccionados, junto con sofisticados datos vía satélite y anclajes en cañones oceánicos, juegan un papel para proporcionar datos sobre el extremo ambiente antártico, donde las observaciones son muy raras y a donde no pueden llegar los barcos, dijeron investigadores del Antarctic Climate & Ecosystem CRC(IEO) en Tasmania.
Los científicos conocen desde hace tiempo la existencia del “agua del fondo antártico”, una capa densa y profunda de agua cerca del lecho oceánico que tiene un impacto significativo en el movimiento de los océanos de todo el mundo.
Se conocían tres áreas donde se forma este agua, y la existencia de una cuarta se sospechó durante décadas, pero la zona era demasiado inaccesible, hasta ahora, gracias a los elefantes marinos.
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