Empresas, universidades y administraciones públicas españolas están empezando a apostar por proyectos que persiguen el desarrollo del potencial energético marino del país, sobre todo de las olas y de las corrientes marinas. Geográficamente, las iniciativas se localizan fundamentalmente en Galicia, País Vasco, Andalucía, Asturias y Cantabria, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
El aprovechamiento de las energías marinas está en una etapa relativamente temprana de desarrollo en comparación con otras fuentes renovables, lo que unido a las características intrínsecas del mar, hacen que aún no se haya impuesto una tecnología concreta.
En el caso de España, la energía de las olas y de las corrientes –esta última en el sur de la península– son las que cuentan con más posibilidades de explotación en el futuro.
Sin embargo, la segunda opción está “muy limitada” por las fuertes restricciones derivadas del intenso tráfico marítimo de la zona y su valor ambiental.
El camino hacia la competitividad de la industria energética marina se ve marcado por la disparidad de tecnologías, sin que hasta la fecha se pueda saber cual se desarrollará favorablemente en términos energéticos, económicos y medioambientales, según el IDAE.
En Europa, el Reino Unido, Noruega, Portugal y España son los principales países donde se están desarrollando tecnologías para el aprovechamiento de la energía de las olas (undimotriz),
Dentro del territorio nacional, diversos prototipos han comenzado ya a probarse en distintas zonas, con el objetivo de que en unos años la fuerza del oleaje se pueda convertir en una fuente de energía más.
Una de las principales iniciativas está en el País Vasco, donde se ultima el primer proyecto de aprovechamiento de energía de las olas sobre la construcción de un nuevo dique en Mutriku (Guipuzcoa), con una potencia total de 300 kW.
Fuente: Faro de Vigo